Número 39: julio a septiembre de 2018

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Revista CEMCI - Número 39

Ocio: Volver

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Volver

Hace ya años que paso una y otra vez por delante del hieratismo solemne de Lorca apontocado en el paso que vertebra a la Avenida de la Constitución. Lo extraño comenzó a sucederse hace unos meses. No sé si por inspiración, por manía, por darme la razón o por simple voyerismo, cuando la noche cae con su manto y la aurora se torna presente, me fijo en ella y, sin aun saber por qué, siempre está acompañada por unos amantes in actum.

Lo llamativo de la historia, e invito al lector que se acerque a comprobarlo, es que las parejas que se acomodan van variando. Aunque no se queda ahí, ya que el resto de bancos, por las horas a las que suelo encandilarme, suelen estar vacíos. Yo como mal investigador y buen especulador, he pensado que esto tiene una explicación más mística y que todo, forma parte de un embrujo que terminó por desatarse hace unos meses.

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Digamos que todo podría descender desde la estela del excelso poeta, que regresó en mitad del estío al lugar donde hace tiempo que se le esperaba y del que nunca se debió de haber ido. Desde el pasado mes de junio, en torno a más de cinco mil archivos fueron descendiendo desde Madrid hasta la plaza de la Romanilla. Allí se albergan, para todo curioso que quiera encandilarse; infinidad de manuscritos, obras inconclusas como la Comedia sin título, esbozada en el año de su asesinato, textos y sobre todo recuerdos, que explican por qué el de Fuente Vaqueros es ecuménico.

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Y lo cierto es que no es largo el tiempo de espera cuando pasa para recuperarse sano, intacto y a salvo. Así volvió Federico, entrando casi ocho décadas después por el arco por el que un día salió para conservarse de las sombras. Han sido años de esperas, donde la prosa maniatada desde el 36, vuelve a desatarse a la vista del peregrino que quiere entender el porqué de los tiempos que se fraguaban a sus pies.

Lorca regresa manufacturado entre los algodones que merecen la sabiduría de un genio que atravesó fronteras. De Madrid al cielo dirán, de Nueva York como necrópolis partirá según Neruda, y de Granada al mundo para hacerse universal, ya saben, por eso que decía el propio autor de que esta ciudad era puerto de estrellas.

Fue en la madrileña residencia de estudiantes cuando el éxtasis empezó a lidiarse hasta hacerse excelso. Allí, junto a la rutilante grandilocuencia de otros virtuosos como Dalí o Buñuel, conformaron una hornada que resultaba pavorosa y demasiado moderna para el arcaísmo preso de la época.

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Para Granada, aunque el tiempo le siga doliendo, y las canas de la espera se hayan ido pintando largas, la venida conformaría el encaje certero de un duende que estaba siempre en perpetua huída; del clasicismo, de los cánones, del estereotipo, de los clichés, de las etiquetas... Lorca portaba a sus espaldas lo que Alan Sillitoe definió como la soledad del corredor de fondo, aunque en sí, él siempre estuviera rodeado por ojos que cavilaban desde la admiración al odio, sin dejar indiferente a nadie. El genio granaíno estaba primado por la introspección perpetua, esa que rasgaba las vestiduras que buscaban alterar lo establecido.

Es más que evidente que su estampa aún hoy suena bizarra, y tan genuina que ni el presente siglo XXI es capaz de encorsetarla. Las letras, como las huellas del artista, han ido promulgando una suerte de estilo desbrozado desde el palpitar que se emana en los más profundos estertores del alma.

El legado lorquiano estruja a la sinrazón hasta conjugarla lúcida. No hay que olvidarlo, a una ciudad nunca le sobra un poeta, ni tampoco una historia que contar. Quizás la que preside este texto no la crean convincente, pero es lo que tiene agarrar a las ninfas en esta ciudad, que uno solo puede expresarse lorcamente.

Para Federico: Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien, sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra, vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez… Carlos Gardel.

Ignacio Jesús Serrano Contreras

Revista CEMCI

La Revista CEMCI es una publicación trimestral del Centro de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional, Agencia Pública Administrativa Local de la Diputación de Granada.

Revista CEMCI - Número 39

ISSN 1989-2470

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