Revista CEMCI - Número 22
Ocio: Al sur de Despeñaperros, la andaluza Granada (8ª).
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Los manchegos Álvaro Quijano y Dulcinea Lorenzo ya nos son tan familiares como nosotros a ellos. No en vano están en la recta final de su extenso y dilatado recorrido por la bellísima provincia de Granada. Ahora están a punto de iniciar la que, desde el punto de vista convencional, es la última comarca del recorrido que han diseñado para conocer estas milenarias tierras. Dulcinea y Álvaro, cuando completen su recorrido, se habrán empapado tanto del ser granadino y andaluz que apenas diferenciarán sus conocimientos de los muy abundantes y precisos por los que son conocidos en su maestría en el manejo de la obra El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, del inmortal don Miguel de Cervantes, su paisano. Porque, reiteraremos una vez más, que su convencimiento sobre el nacimiento del mejor escritor de todos los tiempos en lengua castellana lo consideran probado: sostienen, con diversos autores, que nació en Alcázar de San Juan, en cuya parroquia de Santa María La Mayor en el Libro 1º de Bautismos figuran tanto él como otros tres hermanos. Sabido es que en aquellos tiempos no existían partidas ni registros de nacimientos.
AL SUR DE DESPEÑAPERROS, LA ANDALUZA GRANADA (8ª)
En sus memorias y durante los días dedicados a recorrer la ciudad de Granada y las comarcas de su provincia, siempre revolotea con agrado el pasaje donde el caballero andante se encuentra en un camino con otro viajero y le pregunta: “¿y vuesa merced, a dónde camina?”, “Yo señor, voy a Granada, que es mi patria”; “Y buena patria”, le respondió Don Quijote.
Y así lo están corroborando en este espléndido recorrido Álvaro y Dulcinea, naturales de Argamasilla de Alba, provincia de Ciudad Real, y de El Toboso, provincia de Toledo, que no dudaron tras conocer este aserto quijotesco en descubrir la “buena patria” que pregonó Don Quijote de Granada y su provincia.
Alhama de Granada: Tierras de Romances
Anejo a los valores intrínsecos de la tierra otrora de Al Andalus, dimanantes de este dilatado mestizaje de civilizaciones -no olvidemos la antigua Garnatha Alyejud judía del siglo VIII- la provincia de Granada presenta el de ser motivo y punto de partida de la España actual, de la nación como Estado moderno. Concepto que adquiere plenitud para toda Europa con las monarquías absolutas y aquí con los Reyes Católicos tras la Conquista o Reconquista de Al-Andalus, que tiene como hito final la Toma de la ciudad de Granada en 1492 (la Garnata árabe fundada por los musulmanes en el siglo VIII). Ocho años antes lo había sido la ciudad de Alhama de Granada, cuya toma por las huestes cristianas queda para la historia en el “Romance de la pérdida de Alhama”: Paseábase el Rey Moro/ por la ciudad de Granada/ desde la Puerta de Elvira/ hasta la de Bibarrambla/. ¡Ay de mi Alhama!/. Cartas le fueron venidas/ cómo Alhama era ganada/ las cartas echó al fuego/ y al mensajero matara/. ¡Ay de mi Alhama! Esta estrofa es el origen de la tan manida frase hoy, muy traída a colación principalmente por los periodistas cuando nos sentimos “ofendidos” porque los aludidos en una información por la que se sienten injustamente perjudicados, arremeten contra el autor de la publicación. Nuestra defensa suele ser la de argüir que se trata de “matar al mensajero”, no de hacer frente a las consecuencias de una conducta reprobable reflejada en la información.
Descabalga de una mula
y en un caballo cabalga,
por el Zacatín arriba
subido se había al Alhambra
¡Ay de mi Alhama!
Como en el Alhambra estuvo
al mismo punto mandaba
que se toquen sus trompetas
sus añafiles de plata.
¡Ay de mi Alhama!
Y que las cajas de guerra
apriesa toquen alarma,
porque lo oigan sus moros,
los de la Vega y Granada
¡Ay de mi Alhama!
Los moros que el son oyeron
que al sangriento Marte llama
uno a uno y dos a dos
juntando se ha gran batalla.
¡Ay de mi Alhama!
Allí hablo un moro viejo,
de esta manera hablara:
-¿Para qué nos llamas, rey,
Para qué es esta llamada?
¡Ay de mi Alhama!
Habéis de saber, amigos,
una nueva desdichada;
que cristianos de braveza
ya nos han ganado Alhama
¡Ay de mi Alhama!
Allí habló un alfaquí
de barba crecida y cana:
-¡Bien se te emplea, buen rey;
buen rey, bien se te empleara!
¡Ay de mi Alhama!
Mataste los Bencerrajes,
que eran la flor de Granada;
cogiste los tornadizos
de Córdoba la nombrada.
¡Ay de mi Alhama!
Por eso mereces, rey,
una pena muy doblada,
que te pierdas tú y el reino,
y aquí se pierda Granada-.
¡Ay de mi Alhama!
Las Tierras de Alhama-Temple, nombre éste que toma de la Orden de los Templarios, y de Loja, situadas al sureste de la provincia lindando con la de Málaga, es una comarca muy árida en general, que contrasta con parajes de singular belleza en los alrededores de Loja, donde existen numerosas fuentes y manantiales de agua. Pérez del Álamo, Ib Al Jatib, Narváez, son algunos de sus hijos. Historia, paisaje, tradición y monumentalidad hacen de Alhama, con sus baños árabes y afamado Tajo sobre el río de su mismo nombre, lugar singular para el turismo y el descanso. Los terremotos denominados “de Andalucía” en 1884 y la epidemia de cólera del siguiente año mermaron en casi la mitad la población de la comarca.
MORO ALCAIDE,
MORO ALCAIDE
Marqués de Cádiz se llama,
cien doblas le doy por ella,
no me las estima en nada.
La respuesta que me han dado
es que mi hija es cristiana
y por nombre le habían puesto
Doña María de Alhama.
El nombre que ella tenía
Mora Fátima se llama...
Antonio Mora de Saavedra
Periodista
La Revista CEMCI es una publicación trimestral del Centro de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional, Agencia Pública Administrativa Local de la Diputación de Granada.
Revista CEMCI - Número 22
ISSN 1989-2470
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