Revista CEMCI - Número 21
Ocio: Al sur de Despeñaperros, la andaluza Granada (7ª).
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Nuestros amigos manchegos, Álvaro Quijano y Dulcinea Lorenzo, que conocen como nadie las aventuras y desventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y de su fiel escudero, Sancho Panza, obra del inmortal don Miguel de Cervantes, su paisano -ellos sostienen con denuedo y no disimulado orgullo, que éste no nació en Alcalá de Henares, sino en la vecina población de Alcázar de San Juan, donde han contemplado las partidas de bautismo de don Miguel y de tres hermanos suyos en la Iglesia parroquial de Santa María-, siempre llevan impreso en sus memorias el pasaje donde el caballero andante se encuentra en un camino con otro viajero y le pregunta: "¿y vuesa merced, a dónde camina?", "Yo señor, voy a Granada, que es mi patria"; "Y buena patria", le respondió Don Quijote.
AL SUR DE DESPEÑAPERROS, LA ANDALUZA GRANADA (7ª)
Álvaro y Dulcinea, naturales de Argamasilla de Alba, provincia de Ciudad Real, y de El Toboso, de la vecina Toledo, tomaron –a tenor de los resultados plenamente satisfactorios– la determinación de atravesar Despeñaperros para descubrir la "buena patria" que pregonó Don Quijote de Granada y su provincia. Ahora se disponen ya a cubrir la séptima etapa de este recorrido tan placentero. Ahí es nada, se disponen a adentrarse en una tierra de universal reconocimiento, van a conocer la arquitectura alpujarreña, una región de espléndidos parajes naturales y belleza sin par.
La Alpujarra: arquitectura rural y pasado bereber
La Alpujarra, es una de las regiones en España más afamadas por su paisaje, su arquitectura rural, que retrotrae a los viajeros en el tiempo, hasta encontrar sus orígenes en las tribus bereberes que poblaron estas tierras, y la idiosincrasia de sus gentes. De contrastes llamativos, de frondosidades arboladas cambiantes de tonos y colores. De castañares que hacen retornar a las infancias. La Alpujarra de don Natalio Rivas, el político granadino de las mercedes para sus paisanos. En sus estribaciones la saludable Lanjarón, con sus famosas aguas y balnearios, y pueblos recónditos de enorme encanto, Cádiar, Válor, Laujar... y ese Barranco de postal que es el del Poqueira, para recorrerlo a pie, cayado en mano, saltando de Capileira a Bubión y Pampaneira. ¡Ah, la Alpujarra!, parada y fonda, jamón de Trevélez con vino de Albondón y pan de cualquiera de sus hornos moriscos.
Es un largo valle que abarca de este a oeste la falda sur de Sierra Nevada, las sierras Lújar y Contraviesa, y el litoral mediterráneo y la Sierra de Gádor, ésta ya en la provincia de Almería. A ella, desde Granada se penetra desde la ciudad-balneario, Lanjarón, afamada por sus aguas, tanto sanitarias por sus baños (Balneario de Lanjarón, Avenida de la Constitución, s/n; temporada desde marzo a diciembre, hay numerosos hoteles en las cercanías, ya que no dispone de alojamiento propio), como minerales, embotelladas con la marca del pueblo. A partir de ahí, un camino de sorpresas, donde la carretera abunda en curvas que sortean barrancos, subidas y bajadas, dejando a sus lados pueblos encalados en vivo contraste con los verdes y ocres de la vegetación y de la tierra. Así hasta alcanzar Trevélez, a 1.700 metros de altitud, el pueblo más alto de España, y al que dan fama sus jamones, criados en los secaderos que reciben las brisas y fríos de Sierra Nevada.
Nuestros caminantes, tras dejar Lanjarón llegan a Órgiva, considerada la capital de la comarca alpujarreña, encrucijada de caminos, donde descuellan las torres gemelas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación. A su vera, el valle del río Guadalfeo, de aguas frías y claras, que bajan de Sierra Nevada, y que irán a morir al Mediterráneo en Salobreña. Prosiguiendo, Cáñar, municipio conocido como el balcón de Las Alpujarras; Carataunas, Soportujar y los luminosos pueblos del Barranco del Poqueira: Pampaneira, Bubión y Capileira. Los tres constituyen una postal única de belleza natural.
Aunque en algunas épocas del año existen dificultades de alojamiento, la oferta es aceptable: hoteles Miramar y Paraíso, en Lanjarón; Ruta del Mulhacén, en Pampaneira; pensión Mulhacén, en Trevélez. Para degustar el plato típico alpujarreño hay numerosas casas de comida, con precios medios: Casa Alfonso, en Pampaneira; Gálvez, en Lanjarón; La Fragua, en Trevélez. Es recomendable, antes de perderse por las callejuelas y "terraos", obtener en la Oficina Municipal de Turismo de Lanjarón, la información que se precise. Así, pues, ¡buen caminar y buen yantar!
Antonio Mora de Saavedra
La Revista CEMCI es una publicación trimestral del Centro de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional, Agencia Pública Administrativa Local de la Diputación de Granada.
Revista CEMCI - Número 21
ISSN 1989-2470
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